INSPIRADO EN MIS RAÍCES

Al crecer en Cardiff, presencié de primera mano la pobreza y la falta de vivienda: familias con dificultades, personas que dependen de los bancos de alimentos y comunidades que se unen para ayudar. Estas experiencias me moldearon y despertaron mi deseo de marcar la diferencia. Con el aumento de los costos y la reducción de los servicios públicos, la situación se ha vuelto aún más difícil. Convertirme en padre fortaleció mi determinación de predicar con el ejemplo y mostrarle a mi hijo el poder de la solidaridad. A través de REVOLV, mi objetivo es usar la moda para apoyar tanto al planeta como a quienes lo necesitan.

Fundador: Ryan Nicholls

MODA CON PROPÓSITO

Nuestro viaje comenzó con el deseo de marcar una diferencia: a través de la moda, podemos ayudar a crear un cambio positivo para las comunidades necesitadas.

COMPRAR AHORA

COMENZÓ CON FRUSTRACIÓN

Recuerdo ver ropa tirada en contenedores detrás de las tiendas. Prendas en perfecto estado, simplemente tiradas. Al mismo tiempo, pasaba junto a gente durmiendo a la intemperie en los portales, con camisetas llenas de agujeros. Esa desconexión nunca me convenció. Empecé a pensar: ¿y si pudiéramos cerrar esa brecha? ¿Y si la moda fuera parte de la solución, no solo del problema?

NUESTRO IMPACTO

UNA IDEA GARABATEADA EN UN CUADERNO

No era ni pulido ni perfecto. Solo una idea que me rondaba la cabeza: una marca que anima a la gente a devolver lo que no necesita para que alguien más pueda usarlo. De ahí surgió el nombre: REVOLV. Un bucle. Un movimiento. Una rebelión silenciosa contra el desperdicio.

SIN MUESTRAS. SIN STOCK. SOLO CREENCIA.

Esto se ha construido poco a poco, paso a paso, compaginando el trabajo con la vida familiar. Los cimientos no se forjaron con planes de negocio, sino con conversaciones con amigos, viendo las reacciones de la gente ante la idea y preguntándome: ¿Es esto algo de lo que me sentiría orgulloso de enseñarle a mi hijo?

TODAVÍA EL PRINCIPIO.

No somos un producto terminado. Y nunca quiero que REVOLV pierda la esencia con la que empezó. Si alguna vez se convierte solo en una marca de ropa, entonces no he entendido nada. No se trata de tendencias, sino de propósito. Y de progreso. Y de recordar dónde empezamos.